LA
SEÑORA DE LA MONTAÑA, LA M
La
señora M, que es la mujer del panadero, vivía feliz con sus dos hijas gemelas
en la ciudad. Un día decidió ir a dar un paseo al campo, cerca de un espeso
bosque que había al lado de las montañas. Después de comer, la seño
ra
M resolvió subir a lo alto de la montaña para ver el paisaje. Mientras observaba
todo, le pareció ver una flor que volaba, comenzó a bajar la montaña y aquello
que parecía una flor se le posó en el hombro, era una mariposa de bonitos
colores.
Al
llegar abajo, decidió ir a palacio a enseñarle a los reyes la mariposa. Pero
sí, sí... ¡la que se armó!
Los
gigantes que estaban jugando con los niños en el País de las Letras, al ver a
la señora M con la mariposa gritaron asustados. Todos miraban y no sabían qué
pasaba.
Salieron
corriendo y a su paso destruían todo lo que encontraban ¿Sabéis por qué? Porque
los gigantes tenían un miedo terrible a las mariposas y se volvían como locos.
Los gigantes creyeron que lo habían hecho para asustarlos y se enfadaron
muchísimo y amenazaron con destruir a aquellos que se atrevieran a pasar a su
territorio.
Los
reyes avisaron que nadie debía caminar nunca hacia el País de los Gigantes porque
el mago Catapún, su rey, estaba siempre alerta. Los reyes mandaron plantar
muchísimos árboles, muy altos, que rodeasen y protegiesen el País de las
Letras. Entonces el mago Catapún ordenó a los gigantes que soplasen fuerte,
fuerte, con su gran bocaza, por entre los árboles y que mandasen un viento de
los más fríos del invierno. Así las le tras enfermarían y, a lo mejor,
morirían. Los reyes ordenaron que nadie mirase hacia el País de los Gigantes,
para evitar los catarros, las anginas y las pulmonías, casi todos obedecieron,
menos una letra que no se había enterado de la prohibición (otro día la conoceremos).
También pidieron que saliesen por la noche, para que no pudieran verlos, pero
se daban cada coscorrón... Pensando, pensando, hallaron una solución: que todos
se vistiesen con trajes blancos, los gigantes creyeron que todas las letras
habían muerto y que lo que veían eran fantasmas.
Los
reyes mandaron a la señora M a vivir a la montaña para que desde allí vigilase
a los gigantes, y también si veían algún incendio, ella aceptó encantada el
trabajo de vigilante y guardabosques, porque le encanta vivir en el campo y
también los animales y pensó que viviendo en la montaña, podría tener unos
cuantos para cuidarlos. Como a toda la familia le gustaba tener animales decidieron
construir una cerca y comprar un perro pastor. Todos los habitantes del país
colaboraron en la construcción de la cerca, cogiendo árboles caídos o cortando los
que podían talar sin hacer daño a los demás y luego plantaron tantos árboles
como habían cortado. Compraron una vaca, tres ovejas, dos corderos y tres cabras,
al perro le pusieron de nombre Chispa, porque no paraba de saltar, era muy
listo y enseguida aprendió su oficio. Pronto pudieron ordeñar los animales y
hacer queso, mantequilla, yogures.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario